
“El Plan de Justicia del Pueblo amuzgo coloca en el centro la participación de las mujeres indígenas y de las artesanas, como parte de las palabras colectivas y del camino para construir el bienestar común” Amancia Merino.
Texto: Kau Sirenio
Fotos: Kau Sirenio e INPI
Cuando la presidenta Claudia Sheinbaum fue a Xochistlahuaca, Guerrero, a poner en marcha el Plan de Justicia y Desarrollo Integral del Pueblo Amuzgo, se reunió con las mujeres amuzgas que preservan el telar de cintura con el que se confeccionan los vistosos huipiles característicos de esta región.
En la zona amuzga de Guerrero, que los indígenas identifican como nación Nancue Ñomndaa (Nación de la Palabra del Agua), se convirtió precisamente en un intercambio fluido de palabras elogiosas entre la mandataria y las indígenas en el que resonó la voz de Amancia Merino Valtierra.
Ante el público, Amancia Merino subrayó: «Nuestro trabajo no es solo un oficio, son saberes heredados que aprendimos desde niñas al observar a nuestra madres y abuelas tejer y bordar. Cada pieza que creamos lleva consigo nuestra lengua, nuestra memoria y nuestro amor por la tierra».
Su explicación fue recibida con aplausos. Y fue más allá. ¿Como no hacerlo, si no siempre tiene el privilegio de hablarle a la presidenta de México?
Reconoció la implementación del Plan de Justicia y Desarrollo Integral del Pueblo Amuzgo: «Este Plan coloca en el centro la participación de las mujeres indígenas y de las artesanas, como parte de las palabras colectivas y del camino para construir el bienestar común».
Amancia volteó hacia la presidenta y soltó otras palabras envueltas en música: «Las mujeres indígenas tenemos un papel fundamental en la preservación, porque somos quienes hemos mantenido vivas las técnicas, los colores y los símbolos que nos identifica como pueblos».
El domingo 24 de agosto era el día preciso para hablar de las mujeres, de los niños, de los hombres, de los pueblos amuzgos; o sea, de los pueblos indígenas que han estado rezagados en la toma de decisión hace más de dos siglos.
Ese día, las mujeres tejedoras de la historia llegaron de todas las comunidades de los municipios de Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Ometepec, San Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa para recibir el apoyo para el fomento artesanal que el gobierno federal les entregó.

La presidenta de México respondió de inmediato a la amuzga. «Por eso, con todas las fuerzas del corazón de la historia decimos que los caminos que antes se cerraron, hoy los abrimos; las puertas que se les negaron, hoy las abrimos. Abrimos las puertas de la prosperidad, el reconocimiento y de la dignidad, porque un país que no reconoce a sus pueblos y a sus mujeres indígenas no puede llamarse justo», manifestó la presidenta.
Agregó: «Por eso, este año, 2025, dije que iba a ser dedicado en particular a las mujeres indígenas; porque, sí tenemos que reconocer a los pueblos indígenas; tenemos una obligación mayor, que es reconocer a las mujeres indígenas, la lengua, la historia, la transmisión de la cultura, los textiles, todo lo que representan las mujeres indígenas para nuestra patria, que es nuestro orgullo, nuestra admiración».
Desde el presidium, las artesanas amuzgas Kenia Sinaí López Lorenzo y Gloria Santana Guerrero, y la presidenta municipal de Xochistlahuaca, María Rojas Pineda, escuchan atentas a la mandataria.
En ese mismo lugar se encuentran la coordinadora del Plan de Justicia del Pueblo Amuzgos, Marina Núñez Bespalova; la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado; la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel; la directora general de Financiera para el Bienestar, María del Rocío Mejía Flores, y la directora general del Instituto Nacional de Economía Social, Catalina Monreal Pérez.
A la reunión con las mujeres amuzgas llegaron el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina; el director general del Fondo Nacional de Turismo, Sebastián Ramírez Mendoza; el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, y el coordinador general de Programas para el Bienestar, Carlos Torres Rosas.
Sheinbaum Pardo evocó su pasado en Guerrero, cuando era una niña de ocho años: «Así que yo vine aquí a este lugar, a Ometepec, a Amuzgos, hace 55 años. Pero no solo vine una vez, vine muchas veces, porque a mi mamá le gustaba comprar los huipiles y portarlos; y ella nos vestía con huipiles, desde pequeñitas».
Añadió: «Cuando venía para acá, le escribí a mi mamá; ahora con la tecnología, afortunadamente mi madre vive, le digo: “Oye, mamá, ¿no tienes una foto de cuando yo era chiquita, que tenía un huipil?”. Me dijo: «Sí, deja le tomo una foto con el celular y te la mando”… Se las quiero compartir para que vean que yo usaba un huipil amuzgo de pequeñita».
La presidenta dijo que las culturas indígenas son las grandes civilizaciones que han construido la forma de pensar de los mexicanos, no solo de quienes vienen de los pueblos indígenas, «sino que eso es parte de lo que somos, de lo que es México; quien niegue ese pasado está negando su propia historia».
Resumió lo que para ella son los pueblos indígenas: «Un pilar que es la grandeza cultural de México, los pueblos indígenas y afrodescendientes, afromexicanos; la cultura, el amor por la tierra, el amor por la familia, la solidaridad, la propiedad comunal, los valores, la comida; todo lo que somos los mexicanos».
Y cerró con un reconocimiento: «Rendimos homenaje a ustedes: mujeres que no han permitido que la raíz de nuestra cultura se quiebre, que transmiten la lengua de generación en generación, para reconocerles, admirarlas y trabajar juntas para garantizar su participación, su cultura y apoyarles para que se siga preservando su lengua».

En su intervención, la directora general de Financiera para el Bienestar, María del Roció Mejía Flores, señaló que se diseñó un crédito llamado ApoyArte que consta de 30 mil pesos para que las mujeres artesanas lo puedan usar en la compra de hilos, telas; hasta una máquina de coser y lo puedan pagar a mediano y largo plazo.
«Ustedes tienen su tarjeta, su dinero, casi seis mil mujeres de esta zona de Xochistlahuaca, de Tlacoachistlahuaca y de Ometepec, y también de San Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa. La meta para este año es entregar 500 millones de pesos. Ya entregamos 170 millones, y la meta es cumplir con esos 500 millones de pesos para todas y todos ustedes», anunció.










